¿Cómo se realiza el bautismo por agua?
El bautismo por inmersión en agua para la remisión de los pecados es el primer punto de referencia en el camino de la venida a Cristo.
Esta ceremonia es una ordenanza requerida para la salvación y la entrada al reino de Dios. Las Escrituras nos enseñan que el bautismo en agua es la forma señalada de declarar formalmente a Dios que estamos dispuestos a seguir a Jesucristo y obedecer los mandamientos de Dios, que incluyen tanto sus leyes como sus instrucciones personales para nosotros. (2 Nefi 31:6-10; Mosíah 18:9-10).
Hay un par de requisitos para que un bautismo sea aceptable ante Dios para entrar en su reino, como lo mencionó Jesucristo a José Smith:
- Debe ser realizado por un hombre que tenga la autoridad de Jesucristo.
- Debe realizarse de acuerdo con la oración bautismal que se encuentra en 3 Nefi 11:23-28.
Tener la autoridad de Jesucristo significa que un hombre ha sido ordenado al oficio de sacerdote en el sacerdocio Aarónico o de élder en el sacerdocio de Melquisedec. Para que un sacerdote pueda bautizar en la Iglesia de Cristo, debe:
- Ser miembro de la Iglesia de Cristo
- Ser la máxima autoridad presente/disponible, ya que el deber pertenece a un anciano de otra manera (ver Libro de Mandamientos 24: 36-37)
El simbolismo inherente al bautismo por agua es el de la muerte y la resurrección. Esta no es la muerte del cuerpo físico, sino la del hombre/mujer natural dentro de nosotros mismos. Y la resurrección simbolizada es el renacimiento de nuestros espíritus, donde caminamos en novedad de vida como dijo Pablo (Romanos 6:4 – ver capítulo completo). El cumplimiento de este símbolo ocurre en el bautismo de fuego y el bautismo del Espíritu Santo.